quiero iniciar diciendo que he vuelto a leer breakfast at tiffanys una vez mas, no solo porque es mi lugar seguro sino porque genuinamente lo necesitaba;

desordené y reorganicé todo un montón de veces sin conseguir el resultado que esperaba. sucede que estaba lejos de entender que el orden y el caos necesitan coexistir para ser, para estar y para lograr. hoy lo sé, y a partir de ese punto las cosas empezaron a funcionar.

sin falso optimismo y con café en mano, te digo que puede ser que un día de estos me ilusione otra vez. porque es así: caerse para volverse a levantar y empezar de nuevo con alguien que te dice “necesitas ayuda?” y vuelve todo a ser, pero desde la experiencia. atención a lo que te digo: siempre desde la experiencia.

cuando me preguntaste cómo hice para serle fiel durante tanto tiempo a alguien que estuvo haciendo todo lo opuesto, es fácil de responder: porque yo nunca le fui fiel a él, yo me estaba siendo fiel a mí misma y a lo que sentía.

ahora estoy haciendo mi plan de viaje, lo tengo decidido. voy a empezar a viajar como antes: pero no para quedarme, sino para pasar y dejar un recuerdo de mi en cada lugar.

que me rompieran hardcore está siendo, al fin y al cabo, lo mejor que me pasó. no solo me animé a cortarme el pelo; algo que estaba queriendo hacer desde hace mucho tiempo y no me atrevía, sino también a volver a este blog, a visitar a mi familia, a pintar en acuarelas, a ilustrar en el ipad y a despertar. despertar del sueño perdido donde estaba.

desde hace 5 años he estado prometiéndoles volver a bloguear; hoy, finalmente, está sucediendo. los que me conocen desde tiempos atrás, tipo tumblr y unos pocos de vampirefreaks, saben que siempre he sido la chica de los blogs; pero, de pronto, inició ese mito de que la gente ha dejado de leer y de escribir. no es cierto: yo sigo escribiendo, aunque no lo publique; también sigo leyendo, y estoy segura de que muchos de ustedes todavía lo hacen.

la razón simple por la que he pospuesto tantas veces la publicación de este blog es porque quería diseñar algo que me dejara satisfecha con mi sentido absurdo de la perfección. sin embargo, como ven, terminó siendo solo un blog simple, como debió ser desde el principio.

mandé todas esas horas de trabajo al carajo, llegando a la conclusión de que debemos volver a los inicios, rescatar nuestros recuerdos y preservarlos; porque, después de tanto andar, hoy estoy segura de que el material del que estamos hechos, en su mayoría, son: los recuerdos.

abandonar un espacio, un sentido y una pertenencia siempre es perder, incluso si es para ganar. cdmx es el único lugar en el mundo donde no me sentí extranjera. decir que extraño a mis amigos, mis lugares y lo vivido es demasiado obvio. resumir tu vida en dos maletas te hace sentir minúsculo; me recordó lo poco que soy. pero, como ya estoy acostumbrada, pensé, siendo optimista, que no sería tan duro, pero lo fue.

esta incansable búsqueda de encontrarme conmigo misma en algún lugar me agotó; y, cuando volví, me preguntaron por qué iba y venía, como quien no tiene brújula. no les pude explicar, porque sería como hablar en un idioma distinto al de ellos. porque ellos no saben cómo se siente estar rota; ellos nunca han necesitado un lugar donde encontrarse porque nunca se han perdido. ellos siempre han tenido un hogar.

escribir este post es un constante parar, porque mis lágrimas llueven sobre el teclado, y tengo que borrar más de lo que debería decir para que, principalmente, los muchachos no me regañen por exponer demasiado mi corazón roto y para no sentirme tan ridícula en el futuro.

tenía que terminar así: yo, de vuelta en casa de mi papá, y tú, empezando una vida de casado, siendo feliz.